Desde hace décadas el contrabando de combustible hacia Colombia ha sido un negocio lucrativo, basta con visualizar los dividendos que produce esta actividad debido al diferencial entre ambas monedas. En años anteriores cuando el diferencial cambiario favorecía a los venezolanos ya se visualizaban signos del contrabando de gasolina hacia Colombia a través de los ríos y trochas entre ambos países, en la actualidad, con un bolívar devaluado y un tipo de cambio en frontera de 22 bolívares por peso este fenómeno social se ha incrementado en forma considerable. Además de las ganancias que ofrece el diferencial cambiario se suma otra variable, el precio del combustible en Venezuela es el mas bajo del mundo, lo cual hace del contrabando de este rubro un negocio muy lucrativo y tentador que mina los principios y valores de instituciones y personas encargadas de velar por su resguardo y distribución. Un tanque de combustible de 50 litros cuesta en Venezuela alrededor de un dólar, esta misma cantidad de litros de gasolina en Colombia representa unos 50 dólares.
¿Acaso la instalación de un chip en los vehículos, los controles en las estaciones de servicios y otras medidas van a detener el flujo de combustible que a diario cruza hacia el vecino país? Estas medidas sólo atacan las consecuencias más no las verdaderas causas que han incidido para que este problema se mantenga a lo largo de los años, por el contrario van en detrimento de la calidad de vida de los ciudadanos que habitan en los estados venezolanos que colindan con Colombia.
¿El Ministerio de Energías y Petróleo se ha percatado de que la causa que realmente incide para que el problema se mantenga y tome auge es lo lucrativo de este negocio? ¿Dónde está el estudio de esas variables? ¿Dónde están las políticas macroeconómicas que permitan estabilizar el bolívar frente al peso colombiano? ¿Acaso el abandono por parte de Venezuela de las políticas de integración con Colombia han acrecentado los problemas que sufren quienes habitan y hacen vida en estas regiones fronterizas? ¿Por qué no se ha analizado la propuesta del gobierno colombiano acerca del aumento de la cantidad de combustible subsidiado que Venezuela envía a Colombia, para así equilibrar los precios?
El que no existan respuestas claras a estas preguntas deja en evidencia que no hay la suficiente voluntad política para resolver este problema, las acciones que se están implementando así lo indican, simplemente son medidas sin valor económico ni estratégico y sin una visión que vaya mas allá de las externalidades que causa este problema, el contrabando de gasolina es una consecuencia de políticas macroeconómicas deficientes.
La política es la actividad humana que tiende a gobernar o dirigir la acción del Estado en beneficio de la sociedad, nunca para afectar a los ciudadanos, es por ello que se deben aplicar medidas estratégicas con visión de desarrollo que garanticen la solución de esta problemática, más aún cuando hoy en día Colombia y Venezuela no llevan en sus agendas una política de integración sino una simple cooperación económica que se da en forma automática por los límites y problemas fronterizos que comparten.
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