miércoles, 6 de febrero de 2013

La Participación Ciudadana y los Consejos Comunales en Venezuela; un ejemplo de corresponsabilidad en la solución de los problemas públicos

Resumen: El nuevo papel de los Estados modernos exige ajustar los fines para los cuales fueron creados a las necesidades que requieren solucionar sus ciudadanos. Las transformaciones producidas a raíz de la pérdida de capacidad del Estado en resolver los múltiples problemas públicos, las severas crisis económicas y el desgaste del papel que jugaron los partidos políticos en las democracias latinoamericanas, conllevaron a la aparición de la participación ciudadana en contraposición al modelo representativo que prevaleció en el siglo XX. Los Consejos Comunales en Venezuela vienen a cumplir una función social que les permitirá de manera organizada y capacitada, coadyuvar en conjunto con las diferentes instancias del Poder Ejecutivo y Legislativo en la solución de las diferentes problemáticas públicas y brindarle al sistema democrático venezolano un aliento de legitimidad que le permita seguir avanzando en el proceso de desarrollo económico y social.


Palabras claves: Participación, políticas públicas, transparencia, eficacia, eficiencia

Abstract:  The new role of the modern state requires adjusting the purposes for which they were created to address the needs that require their citizens. The transformations following the loss of state capacity in resolving the many public problems, the severe economic crises and wear the role played by political parties in Latin American democracies, led to the emergence of citizen participation as opposed to the model representative that prevailed in the twentieth century. The communal councils in Venezuela come to fulfill a social function that will allow an organized and trained, contribute together with the various bodies of the executive and legislative branches in solving various problems public and give the system a breath of Venezuelan democratic legitimacy that allows you to move forward in the process of economic and social development.

Keywords: Participation, public policy, transparency, effectiveness, efficiency


Introducción:

“En el mundo contemporáneo las sociedades se catalogan más democráticas en la medida de quienes han recibido la autoridad, comprendan que su primer deber debe estar vinculado a la rendición de cuentas ante los ciudadanos que le confiaron el poder para solventar sus problemáticas. Por otro lado esta suposición indica que la sociedad será democrática a partir del hecho que los ciudadanos, sus actores principales, estén también inmersos en un proceso creciente de exigir esta rendición de cuenta”. (Scotto 2002 citado por Marcareño 2003:69)

En Venezuela a partir de la promulgación de la Constitución de 1999, la participación ciudadana pasó a tener rango constitucional y comenzó a ser analizado e incluido en muchas de las planificaciones de políticas públicas a nivel nacional, regional y municipal. Sus diferentes sentidos ya sea como principio, derecho, deber, espacio o instancia de participación, describen un nuevo modelo sociopolítico en el cual la sociedad entra a jugar un papel primordial en el desarrollo y solución de sus problemas.

La puesta en práctica de mecanismos de participación como los llamados Consejos Comunales a partir del 2007, infiere la pretensión del Gobierno Nacional en brindarles a las comunidades organizadas las herramientas necesarias para solucionar sus problemas y cooperar de manera conjunta en el desarrollo local.

Esta novísima forma de organización aún con múltiples fallas y deficiencias, no debe quedar tan solo en la simple transferencia de recursos por parte del órgano central, se deben modular esfuerzos y trabajos de supervisión con los órganos municipales y regionales a fin de articular el trabajo técnico y de asesoramiento para que estos recursos no se diluyan y la equidad, la eficiencia, eficacia y transparencia resalten en cada uno de los proyectos o programas a realizar.


El surgimiento del binomio Estado- Sociedad

El nuevo papel del Estado y la sociedad pasa por la construcción de una gestión que combine la satisfacción de las necesidades de los ciudadanos así como la transformación de los entes públicos en organizaciones con mayor capacidad y efectividad. Esta interrelación busca mejorar la legitimidad de los gobiernos  y afianzar la democracia como el modelo idóneo de libertades. Tal como lo expresa Vargas (2010), organismos que actúan en América latina tales como el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), consideran a la participación ciudadana como un componente fundamental en el desarrollo de las naciones y la consolidación de las nacientes democracias. Superar etapas de pobreza, dictaduras y violencia, ha sido un esfuerzo emprendido por los gobiernos del hemisferio como alternativa para brindar confianza a las sociedades y reconocer que solo el trabajo conjunto entre el Estado y la sociedad, puede generar beneficios en un mundo globalizado y con los altibajos económicos que presenta.

La importancia de la sociedad civil ha crecido en los últimos años, no sólo en los espacios académicos e intelectuales sino también  en el ámbito político  y  social.  El surgimiento de este fenómeno no ha sido un hecho fortuito o casual, entre las causas se pueden destacar; a) La crisis de los partidos políticos, los cuales desviaron su papel como actor fundamental en una democracia, perdiendo la cualidad o capacidad de representar los intereses y necesidades de la población. Lejos de cumplir con esta facultad brindada por los ciudadanos, desvirtuaron su razón de ser y ser convirtieron en cúpulas clientelares y negociantes de cuotas de poder; b) la necesidad de redefinir el papel del Estado en virtud de la aparición de nuevos actores y movimientos sociales que buscan cumplir un rol preponderante en el desarrollo de los pueblos, y; c) la  pérdida  de  eficacia y eficiencia del Estado benefactor en la solución de los problemas estructurales de las sociedades, muchos de los cuales a pesar de contar con inmensos recursos, no percibieron nuevas fórmulas de gestión que les permitieran superar décadas de pobreza y desigualdad.

El equilibrio logrado a mediados de los años 50 con la aparición del llamado Estado de Bienestar, sucumbió a mediados de los años setenta y ochenta en especial en Latinoamérica debido a la aparición de movimientos sociales alternativos a los ya tradicionales, las severas crisis económicas que afrontaron los países de la región, así como los bajos índices de crecimiento social que revelaron la incapacidad del Estado tradicional en resolver fallas estructurales que impedían mejorar sustancialmente la calidad de vida de sus ciudadanos.

La premisa predominante hasta los momentos de “mas Estado, menos sociedad”, vislumbró un cambio importante para quienes impulsaba “un menor Estado, mayor sociedad” como fórmula para resolver las diatribas económicas y sociales que reinaban a finales del siglo XX. De acuerdo a lo expresado por Pérez (2000) citado por Hernández (2009) este enfatiza la necesidad de construir un equilibrio Estado – sociedad a fin de evitar los excesos macroeconómicos y sociales que se habían presentado, en el cual las iniciativas ciudadanas debían ser parte de las políticas implementadas por el Estado y en donde los fines de este, se solapen con las necesidades de la sociedad.


El Consejo Comunal como actor en la sociedad venezolana.

La aparición de la participación ciudadana como una herramienta que permite legitimar el Estado y fortalecer los procesos democráticos, ha sido el centro de constantes análisis a favor y en contra en Venezuela. Los esfuerzos por procurar perfeccionar este mecanismo que apenas comienza a tomar figura, han sido objeto de descalificaciones, agravios y malas interpretaciones de su verdadera esencia dentro de un modelo de sociedad que exige la cooperación para la solución de los múltiples problemas públicos, los cuales  aquejan a las sociedades latinoamericanas y en especial a la venezolana.

Es por ello que es recomendable destacar el concepto de Participación Ciudadana a fin de engranar la figura del Consejo Comunal. “Por participación se entiende el proceso a través del cual distintos sujetos sociales y colectivos, en función de sus respectivos intereses y de la lectura que hacen de su entorno intervienen en la marcha de los asuntos colectivos con el fin de mantener, reformar o transformar el orden social y político.” (Velásquez y González, 2004 citado por Maingon 2006)

Sobre esta definición existe un consenso entre los investigadores de ubicar a la participación ciudadana en el ámbito local, es decir, sobre la base de los gobiernos municipales los cuales sostienen la relación más inmediata con las comunidades. Reforzar esta capacidad con el apoyo y corresponsabilidad de las comunidades, refiere a mejorar sus capacidades de interrelación y los recursos para satisfacer efectivamente las necesidades de los ciudadanos. Para lograr este fin, es necesario organizar, capacitar y preparar a las comunidades para la obtención de los resultados esperados.

La participación en Venezuela va más allá de un derecho y un deber político consagrado en el artículo 62 y 132 de la Constitución, busca convertirse en una estrategia para la transformación del Estado de modo de desarrollarlo como un Estado democrático que utilice de manera transparente, eficiente y eficaz las capacidades y habilidades de una sociedad venezolana urgida de soluciones a sus problemas.

En tal sentido la figura del Consejo Comunal es un medio de participación ciudadana, cuyo objetivo principal es que el pueblo o ciudadanía, ejerza directamente la gestión de las políticas públicas y proyectos en su comunidad, tal como lo establece el artículo 2 de la Ley de los Consejos Comunales. De igual forma, presentan una estructura organizativa, funciones para sus miembros y deberes para con la sociedad a la cual se deben. Todo ello enmarcado en la premisa de que la organización es pilar fundamental en la solución de las diferentes problemáticas sociales.

Destacar cual ha sido el balance de los Consejos Comunales en el cumplimiento de su rol dentro de la sociedad venezolana,  requiere de un análisis exhaustivo y objetivo, para lo cual habría que revisar su comportamiento en la solución de los problemas, la capacidad de acoplarse a las realidades sociales y políticas de las regiones, la obligación de mantener capacitados a sus funcionarios y sobre todo la necesidad de fomentar y convencer a toda la comunidad en participar integralmente.

            La iniciativa de los Consejos Comunales no debe quedar tan solo en una estructura que se convierta en una carga burocracia y saturada de intereses personales o colectivos, debe servir de base para la consolidación de la sociedad venezolana y la superación de décadas de atraso, pobreza y desigualdad. De igual manera debe procurar convertirse en el mecanismo directo para la solución de los problemas locales en conjunción con los gobiernos municipales y regionales, a fin de integrarse bajo un modelo de desarrollo endógeno que le permitan obtener los resultados que enarbola su propósito de creación.


Conclusión

Los tiempos actuales exigen del Estado y la sociedad mayor compromiso e interrelación en la solución de los problemas. Ya no es suficiente la noción de política pública centrada en la función gubernamental. Del mismo modo, la sociedad no puede seguir inerte ante los innumerables problemas que aquejan a los ciudadanos y ante el desbordamiento de intereses por parte de otros actores sociales.

La distinción entre política pública y acción pública está en el centro de las transformaciones de la relación Estado-sociedad. En las sociedades modernas donde se ha integrado tal relación gracias al desempeño democrático de sus ciudadanos y sus organizaciones, la política pública tiende a concebirse más como una acción que  involucra activamente a los actores sociales que como intervención gubernamental que promueve la participación social.

La corresponsabilidad Estado – sociedad tan enarbolada a fines de la década de los noventa en Venezuela, no debe quedar tan solo en la conformación de los Consejos Comunales y de las estructuras que la componen. El cumplimiento cabal de su función mediadora a nivel local, requiere del perfeccionamiento de sus objetivos, la capacitación de sus integrantes así como la evaluación continua de  sus gestión por parte del todos los integrantes de esa comunidad. Tampoco debe descollar  en este modelo de organización social, la aparición cuotas de poder o de ambiciones desproporcionadas que desvirtúen la razón fundamental del Consejo Comunal.


Bibliografía:

Canto, M. (2006) “las políticas públicas participativas, las organizaciones de base y la construcción de espacios públicos de concertación local.” Universidad Autónoma Metropolitana. México.

Hernández, J. (2009) “Política y Políticas Públicas, complejidad y decisiones”. CENDES. Universidad Metropolitana. Caracas, Venezuela.

Mascareño, C. (2003) “Políticas públicas siglo XXI: caso venezolano”. CENDES, Caracas, Venezuela.

Maingon, T. (2006) “Balance y perspectivas de la política social en Venezuela”. CENDES. Caracas, Venezuela.