Palabras claves: Integración,
Desarrollo, Mercado, Crecimiento Económico, Pobreza
Resumen: La
aparición en el mundo de nuevas ideas o modelos de integración representa para
los esquemas ya existentes un reto a enfrentar en la búsqueda de mejores
condiciones económicas y de soluciones integrales para combatir la pobreza y la
desigualdad social. El balance sobre la trayectoria de la Comunidad Andina de
Naciones requiere de un análisis de los factores externos e internos que han incidido
en los errores y aciertos de este esquema de integración regional.
Keywords: Integration, Development,
Market, Economic Growth, Poverty
Abstract: The
appearance on the world of new ideas and integration models, represents for
existing schemes to face a challenge in the search for better economic
conditions and solutions to combat poverty and social inequality. The balance
on the path of the Andean Community of Nations, requires an analysis of
external and internal factors that have influenced the successes and failures
of this model of regional integration.
Introducción:
La
salida de Venezuela en el 2006, considerada uno de los países líderes en el
esquema de integración denominado “Comunidad Andina”, abrió la compuerta a una
serie de conjeturas acerca del futuro de la organización. Las riquezas
naturales que representa Venezuela para la región, presume una pérdida de
mercados y productos para un proceso que ha tenido de sortear múltiples
obstáculos a lo largo de su trayectoria. Los errores voluntarios e
involuntarios de sus integrantes, han llevado a muchos políticos, economistas,
tecnócratas y empresarios, a reflexionar acerca del futuro de la Comunidad
Andina (CAN) en un mundo globalizado que
exige mejores y concretos resultados en sus procesos de integración.
La
aparición de nuevas ideas o propuestas de integración en Latinoamérica, supone
para la CAN un reto en sus expectativas de crecimiento económico y desarrollo
de sus pueblos, desafíos que debe enfrentar exponiendo resultados tangibles que
le permitan seguir fortaleciendo su sistema, así como concibiendo nuevos esquemas
con otros recientes y nacientes bloques de integración. De la capacidad y
voluntad para enfrentar los retos que presenta en este siglo XXI, dependerá la
supervivencia y legitimidad de este proceso de integración que a lo largo de su
historia se ha visto envuelto en éxitos y fracasos.
Décadas de tropiezos y aciertos
Hacer
un balance de la Comunidad Andina como proceso de integración regional, conlleva
a revisar las características y propósitos de este esquema puesto en práctica
el 26 de mayo de 1969 mediante la firma del Acuerdo de Cartagena por parte de
Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú y Chile.
El proyecto de estas naciones de
alcanzar un desarrollo integral, más equilibrado y autónomo mediante la
integración andina, sudamericana y latinoamericana, permitió conjugar esfuerzos
a fin de mejorar sus deficientes economías y mejorar las condiciones de sus
ciudadanos. Aunque durante las primeras décadas de funcionamiento de este
proceso, el enfoque de la organización se basó netamente en mejorar las condiciones
de crecimiento económico como prioridad para luego vislumbrar un desarrollo
social, ambas premisas han tenido que pasar por una serie de dificultades
propias de los procesos de integración en Latinoamérica.
Los primeros veinte años de la CAN
transcurren en ideas y mecanismos para organizar este instrumento de
integración, pero sin mostrar los resultados esperados. A finales de 1989
aspectos exógenos al sistema como la crisis mundial de los 80, cambios
tecnológicos, el redespliegue industrial, las aperturas de las economías y la
necesidad de mejorar la competitividad de las naciones, conciben para los
países miembros la necesidad de realizar una revisión exhaustiva sobre los
resultados mostrados y la visión de la Comunidad.
A principios de Diciembre de 1989
tras largas reuniones y deliberaciones, se firma la declaración de Galápagos,
documento que expresa la aspiración y pretensión de la CAN en cambiar la
estrategia de integración hasta ahora llevada y perfeccionar los mecanismos que
le permitan mejorar radicalmente los procedimientos internos y exponer
resultados concretos para el crecimiento económico de la región.
El cambio de la estrategia motivado
errores internos en el diseño y manejo de las políticas internas del esquema y
de los desaciertos y fracaso del modelo de sustitución de importaciones o
también llamado el regionalismo cerrado, llevó a la CAN a realizar un
diagnostico sobre la realidad económica y social y los resultados mostrados.
Este trabajo determinó un cambio de estrategia con miras a una integración
hacia afuera o regionalismo abierto lo cual permitió a la región abordar una
serie de transformaciones que llevaron a
finales de la década de los noventa a presentar resultados satisfactorios que vislumbraban
un futuro prometedor para la CAN.
Mejoras
en los esquemas económicos de la integración, estandarización de los aranceles
externos comunes (AEC), disciplina fiscal y monetaria, eliminación de regímenes
y licencias, liberación de la competencia así como la creación de mecanismos
decisorios, normativos, jurisdiccionales, de dirección y de ejecución de las
políticas de la organización, permitieron fortalecer el bloque de integración
con miras a los retos de finales del siglo XX.
Los
progresos de la Comunidad Andina de Naciones comenzaron a hacerse notorios en
el incremento de las exportaciones intracomunitarias las cuales pasaron de
1.034 millones US$ en 1989 a 5.333 US$ en 1998 lo cual representó un aumento de
4,1% a 13,8% en la importancia relativa de las exportaciones intracomunitarias.
A pesar de este progreso económico, estas cifras estaban aún distantes de los
resultados obtenidos por esquemas de integración similares en América tales
como el 24,8% del Mercado Común del Sur
(MERCOSUR), el 19,4% del Mercado Común Centro Americano (MCCA) y 48,5%
que presentaba el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Aún
así los procesos de transformación del esquema de integración continuaron su
rumbo a pesar de diferencias a lo interno como el caso de Perú y Bolivia que al
principio de las reformas, no optaron por el Arancel Externo Común, así como
divergencias políticas entre Ecuador y Perú que protagonizaron en 1981 y 1995 conflictos
bélicos que hicieron tambalear la integración andina.
Nuevo Siglo, nuevos retos
Las
dificultades que presentó el cambio de estrategia a finales de los ochenta,
representó para la Comunidad Andina de Naciones el cambio de parámetros y
condiciones de juego en el ajedrez económico mundial. La introducción de una
agenda social no considerada primordial en los propósitos de la organización,
conllevó de igual manera a mejorar la capacidad competitiva y la visión del
organismo.
Nuevas
áreas fueron expuestas; medio ambiente, gestión institucional, relaciones
externas unidas a las relaciones económicas y comerciales de la integración, como
instrumentos para mejorar la imagen y legitimidad de la organización que aún a
pesar del empuje dado, mantenía una serie de problemas internos y de amenazas
externas. Factores claves como la política agrícola, la estabilidad
macroeconómica de la región, la urgencia en la modernización de las aduanas y
de los sistemas administrativos así como el mejoramiento de la situación en sus
fronteras, son compromisos adquiridos que se mantienen en deuda a pesar de los
avances obtenidos.
La
poca cohesión dentro de la CAN se puede reflejar con la salida de Venezuela a
mediados del 2006 motivado a las negociaciones por parte de Perú y Colombia
para la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos de
Norteamérica. La salida de un socio prominente y principal como Venezuela,
impactó en las relaciones intracomunitarias del grupo. El regreso de Chile en
el 2006 como miembro observador después de su retiro en 1973, fue tomado como
un síntoma alentador para el esquema de integración.
A
mediados del mes de Abril del 2009 otro incidente desencadena fricciones entre
los países integrantes motivado al aumento de los aranceles y la limitación de
las importaciones de mas de 600 productos para paliar la crisis económica
mundial por parte de Ecuador. Estas desavenencias presagian un futuro incierto
para la organización.
Otro
de los retos a afrontar a comienzos del siglo XXI lo representa incursionar en
la consolidación de un Acuerdo de Libre Comercio (ALC) que les permitan mejorar
el crecimiento económico, diversificar sus exportaciones así como enfrentar nuevos
desafíos que le permitan integrarse interregionalmente con otros bloques de
integración y con miras a otros modelos de unificación económica. La propuesta
de avance en la profundización de una llamada integración integral como lo
expresa la nueva visión de la organización, permite avizorar nuevos enfoques
hacia la formación de la Unión Suramericana de Naciones.
Conclusión
Establecer
un balance de la gestión del la Comunidad Andina de Naciones no es tarea fácil
si se parte de la premisa y del enfoque que muchos de los intentos fallidos por
mejorar el crecimiento económico de la región se debieron a la falta de
voluntad política de sus líderes. Las constantes desaveniencias entre los
gobiernos centrales, recelos y ausencia de un compromiso serio de los miembros
de la organización, han incidido negativamente en los resultados económicos y
en la falta de legitimidad y seriedad del modelo de integración.
La
apertura hacia otros esquemas o modelos, representa la oportunidad de superar
décadas de tropiezos, retrocesos y aciertos en la búsqueda de mejorar el
crecimiento económico de la región así como influir en la disminución de los
índices de pobreza e inequidad que han repercutido en la imagen y credibilidad
de la CAN como proyecto de integración. A pesar de haber sostenido durante la última
década un crecimiento económico relativo, el mismo aún no logra rebasar la importancia relativa
de las exportaciones intrarregionales en comparación con otros bloques de integración
regional como el CARICOM, el MERCOSUR y el MCCA.
La
posibilidad del reingreso de Venezuela a este esquema de integración regional podría
reanimar planes y proyectos que permitan legitimarla dentro de una convulsionada
sociedad latinoamericana que exige mejores
condiciones de vida y no esquemas políticos que solo sirven de soporte para propósitos
de expansión ideológica.
El
esfuerzo puesto en la organización, la ejecución de mecanismos y estrategias de
integración puestos de manifiesto en casi 41 años de funcionamiento de la
Comunidad Andina, requiere no solo de la implementación de medidas macroeconómicas
sino del compromiso de los Estados miembros en consolidad un modelo que les
permita apostar en un futuro mejor como
bloque asi como afrontar un sistema mundial cada día mas exigente y de mayores dificultades en lo económico y en lo social.
Bibliografía:
Caballero, J. (2009 Abril 12) Comunidad
Andina de Naciones buscará superar crisis en reunión en Lima. El Universal, p A-18.
Comunidad Andina de Naciones (Página
web en línea). Disponible en: http://www.comunidadandina.org/
Gutiérrez, A. (1999) “LA COMUNIDAD ANDINA DE NACIONES: BALANCE Y
PERSPECTIVAS”. Revista Aldea Mundo. Universidad de Los Andes. Mérida,
Venezuela.
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